Una buena convivencia en el aula es esencial para que se pueda desarrollar un ambiente en el que cada alumno pueda pueda aprender de manera eficaz.
Por un lado, creo que existe un problema en cómo conciben los jóvenes el espacio de la escuela, para muchos es una obligación asistir y pueden surgir conflictos con el cuidado del material y de los espacios comunes. Para solucionar estos problemas creo que es conveniente hacerles partícipes de algunas actividades que se lleven a cabo en el centro que no solo tengan que ver con materia educativa en el sentido de ir a clase, sino quizás otras actividades extraescolares, la decoración del centro con diferentes proyectos que lleven a cabo entre los alumnos...
Por otro lado, también es muy importante ser conscientes del contexto en el que que se encuentra el centro, conocer distintas culturas para conseguir un ambiente de respeto e igualdad.
Además se debe trabajar el desarrollo de habilidades sociales como la empatía y la asertividad a través de trabajos en grupo que ayudarían a evitar gran cantidad de conflictos entre compañeros ya que muchas veces se generan por falta de diálogo. También puede ser interesante en estos casos contar con un grupo de mediación.
La relación profesor-alumno tiene que ser cercana, de forma que se conozca la situación individual de cada uno de los jóvenes para facilitarle en la medida de lo posible el aprendizaje.
Hola Andrea!
ResponderEliminarMe parecen geniales todas las medidas que propones para asegurar la convivencia en clase!