Cuando hablamos de educación, nos referimos a educar con el fin de conocer las normas necesarias para vivir en comunidad y para ello, necesitamos del contexto social. Es decir, es importante la participación de todos los grupos que rodean al individuo, como por ejemplo la familia, la escuela y los amigos.
De esta forma se favorece un aprendizaje continuado en todos los aspectos, tanto en lo cotidiano como en los aspectos más formales en la escuela, además la participación activa del profesorado permite realmente conocer a la persona, saber cuáles son sus puntos fuertes y débiles. También me parece muy importante la participación del propio alumno en su aprendizaje, de forma que sea consciente de sus éxitos y sus fracasos.
En algunas familias la participación en las tareas escolares de sus hijos es escasa. Con el fin de acercar a los padres a las tareas en la escuela, se propone una acción conjunta entre las familias y los profesores, una comunicación eficaz y frecuente sobre la situación del alumno. Por otro lado, estas relaciones tienen que estar basadas en la confianza entre todos ellos. Algunas otras sugerencias serían la participación en la elaboración del Proyecto educativo del centro, o formar parte del consejo escolar a través de las asociaciones AMPA.
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