Estudiar hasta la muerte en Corea del Sur


Esta entrada se corresponde con la práctica nº 1. En este caso, la tarea consiste en plasmar las conclusiones que nuestro grupo ha obtenido de la lectura del artículo del periódico El Mundo “Estudiar hasta la muerte en Corea del Sur” sobre la cultura del esfuerzo.

En primer lugar nos llama la atención la gran cantidad de horas que dedican los jóvenes al estudio, hasta 16 horas al día empleadas en memorizar conceptos para pasar la prueba que les da acceso a la Universidad. Este aprendizaje de forma continuada sin apenas descanso, es una actividad poco provechosa a través de la cual no adquieren habilidades sociales forjadas a través de las relaciones con otros compañeros. Por ejemplo, aprender a trabajar en grupo o a repartir tareas. Esto a la larga puede suponer también graves problemas en un puesto de trabajo ya que los mejores resultados se obtienen en equipo en un ámbito multidisciplinar.


Por otro lado, cabe destacar la gran presión social bajo la que se encuentran los jóvenes, ya que todo su futuro depende de un examen.  De esta forma el esfuerzo por superarse a uno mismo y el afán por aprender se convierte en una competitividad absoluta con el resto de estudiantes con el fin de ser el mejor para asegurarse un buen futuro.
La llamada “cultura del esfuerzo” es por tanto una imposición de la sociedad y no una meta a alcanzar por uno mismo, un objetivo personal que nos marcamos. Los chicos y chicas lo ven como algo que hay que alcanzar para asegurarse un buen futuro. No se acepta cualquier otro camino para el éxito que no sea el de presentarse al examen y obtener una buena nota para la universidad, cualquier otra opción es rechazada por toda la sociedad. Esto genera situaciones de mucha presión por miedo a no llegar a cumplir el objetivo que esperan sus familias, de forma que se sienten insatisfechos y nunca llegan a ser felices, además, por supuesto, del estrés y la presión que en muchos casos se ven incapaces de afrontar lo que desencadena en casos de suicidio.
Además el aprender ya no es una parte importante en las clases, pasa a un segundo plano cuando el objetivo principal es aprobar un examen. De todo esto se nutren también los Hagwons que son escuelas abiertas durante todas las tardes hasta altas horas de la madrugada a las que acuden los jóvenes para continuar estudiando. En ellas, tras muchas horas de atención en clases por la mañana, no se puede esperar un buen rendimiento de los alumnos, y solamente se potencia la memorización de muchos conceptos, en lugar de otras capacidades complementarias.

Con todo esto, la idea principal que hemos planteado es que en la cultura del esfuerzo, este se convierte en competir contra otros iguales para obtener una meta impuesta por la sociedad, en lugar de luchar por superarse a uno mismo en la consecución de un objetivo.

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