Esta reflexión se corresponde con
el documental La educación prohibida, en el cual diferentes especialistas en
materias educativas analizan la situación del sistema educativo y sus
condicionantes sociales así como también una visión diferente de la escuela en
la que todos los niños desarrollen todas las capacidades necesarias para
incorporarse a nuestro sistema social.
Desde pequeños la curiosidad está
a la orden del día, nos interesamos por copiar los comportamientos de nuestros
padres y de los que tenemos alrededor y preguntamos por todo lo que no
entendemos pero… ¿qué ocurre a medida que crecemos? Este interés por aprender
sobre lo que nos rodea desaparece por completo y lo único que queremos es
alejarnos “cuanto más, mejor” de todo lo relacionado con la escuela y con los
libros. Para los niños ir a clase es una obligación y no una decisión propia,
por lo que no quieren por sí mismos aprender, sino pasar y aprobar los cursos
porque es “lo que deben hacer” y sin embargo, para aprender hay que querer
hacerlo, es decir, tiene que ser decisión suya incorporar nuevos conocimientos porque
les cree esa curiosidad innata.
Otra parte importante que se trata en el documental es la de las escuelas rurales en las que se juntan diferentes
niños de muchas edades diferentes. Esto que a priori puede parecer perjudicial
para el desarrollo “curricular” del niño, creo que a la larga aporta muchas
otras ventajas para todos ellos. Se trata de un espacio en el que todos pueden
aprender de todos, puesto que no se encuentran en el mismo momento de
desarrollo y pueden ayudarse mutuamente con diferentes cosas. Además se
potencian loso vínculos emocionales entre todos ellos, aprender a trabajar en
equipo y a convivir, las cuales son características imprescindibles para vivir
en sociedad cuando crezcan.
En este tipo de escuelas también
se promueve de alguna forma una educación libre, es decir, no se le da tanta importancia a los conocimientos teóricos, sino que se
trabaja de manera individualizada con cada alumno. Además en un mismo espacio
se están desarrollando distintas actividades a diferentes niveles, lo cual promueve
también la ayuda entre unos y otros. Los más hábiles en determinada materia
pueden ayudar a los otros que encuentran más dificultades. De esta forma, ellos
mismo se sienten útiles ayudando a sus compañeros y se fomenta este trabajo
colectivo del que hablábamos anteriormente.
Por otro lado, la atención
individualizada de los alumnos es una parte muy importante para su desarrollo.
No todos los niños son capaces de aprender a determinada velocidad todas las
materias, y de esta forma, se pude conocer cuáles son las dificultades
concretas que presenta un niño y trabajar sobre las mismas para mejorarlas. Sin
embargo, evaluar esto es muy complicado, y mucho más valorar el esfuerzo que
cada niño hace por mejorar y para ello están las calificaciones. Las notas sin
embargo, no miden el esfuerzo dedicado por cada uno en aprender, sino la
velocidad que tiene para hacerlo en un momento determinado, y si no es así, lo
más probable es que esos conocimientos no se afiancen y se pierdan, sin poder
encajar más adelante otros relacionados.
Finalmente, el sistema educativo
que tenemos es el que realmente la sociedad quiere tener, formar a los niños
para cómo consideramos que deben ser o para lo que consideramos que deben saber
para incorporarse al mundo laboral cuando terminen. Por lo tanto, a medida que
la sociedad cambie la concepción que tiene con respecto a la educación, se
podrán ir mejorando estos aspectos.
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